miércoles, 6 de febrero de 2013

Deportes//Cómo se vive el fútbol? (Parte I)

Por Ángel Astudillo
@panditfutbol
Desde hace aproximadamente unos diez años, el fútbol profesional venezolano ha crecido de una manera dantesca en la parte organizacional, tanto a nivel de selección como en lo que respecta a los clubes, pero aún queda un factor que se ha convertido en la materia aplazada para los cuadros criollos.

Así como han crecido los elencos venezolanos, también crecen las barras o fánaticos que cada semana alientan a sus oncenas desde los graderíos con cánticos, trapos alusivos a su escuadra, fuegos artificiales y pare de contar.

Hasta el punto y aparte anterior todo pinta color de rosa, pero ahora viene la realidad que se vive en muchos de los estadios de nuestro país. La violencia aumenta en mayor proporción y el espectáculo queda manchado y muchas veces bañado en sangre.

Estos hinchas como se hacen llamar, han tomado los ejemplos de otros paises donde el balompié es el deporte rey y en los alrededores de las grandes arquitecturas donde se desarrolla el deporte más hermoso del mundo se desarrolla una batalla campal.

Una vez ingresado al coso, desatan una serie de cánticos animando a su conjunto y también otras letras que insultan al rival, siendo este uno de los puntos de partida para la guerra. Cuando un hincha es insultado por el rival con una canción, le pega en el alma, ya que sienten que están ofendiendo a sus jugadores, sus colores, se sienten humillados.

La tolerancia y el respeto son valores de nuestra sociedad que en estos terrenos se pierden fácil y rápidamente debido que una de las herramientas para debilitar al contrario es agredirlo mediante los insultos que posteriormente, en muchos casos, terminan en malos términos.

En la ciudad de Puerto La Cruz entre el Deportivo Anzoátegui y el Caracas Fútbol Club, una vez concluido el partido, las barras se encontraron en los alrededores y nuevamente la seguridad quedo en deuda y un familiar del equipo oriental resultó herido de una puñalada. En la ciudad de Barquisimeto entre el CD Lara y el Zamora, la seguridad nuevamente brilló por su ausencia y fuera del estadio peleaban las barras, seguridad nula.

Los equipos deben encargarse de tomar las riendas de esta situación, previniendo que los llamados hinchas no accesen con objetos contundentes al estadio.

En mi opinión, no estoy en contra de que las barras apoyen a sus equipos, pero si rotundamente en contra de la violencia, del irrespeto al rival, de la falta de tolerancia por parte de todos los bandos involucrados en estos sucesos, en contra de los dirigentes que no se ocupan de estos casos.



















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