Por Francisco Rodríguez Arévalo / @FranciscoJJRA
Para algunos hombres es
difícil aceptar el hecho de que sienten atracción sexual y sentimental por
personas de su mismo sexo. Esto se debe, en gran medida, por miedo a los
prejuicios sociales existentes y por temor al qué dirán.
El sicólogo y sociólogo,
Edgar Rodríguez, comenta que un hombre que se encuentre en la situación de no
aceptar su homosexualidad, debe hacer una revisión del porqué se niega a
aceptar su naturaleza. “La sociedad piensa que un hombre gay es afeminado y se
cree mujer. Al contrario de lo que se cree, un varón homosexual está contento
con su condición de hombre y puede ser muy masculino, practicar deportes y ver
un partido de fútbol, de hecho, le atraen hombres muy masculinos también.
Cuando se habla de hombres que sienten que nacieron dentro del cuerpo
equivocado se trata de una persona transexual, lo cual dista de ser gay”.
Rodríguez comenta que el
hombre que se reprocha a sí mismo el hecho de ser gay debe entender que no
puede cambiar su sexualidad. “Por más que esa persona se niegue a sí mismo y
hasta pruebe acostarse con mujeres en un intento desesperado de
volverse heterosexual, siempre terminará deseando estar con alguien de su mismo
sexo, pues con una mujer no sentirá la misma satisfacción y gozo que con un
hombre”, explica.

Edgar Rodríguez aconseja
rodearse de amigos a los cuales les puedas contar sobre tus preferencias sexo
afectivas, y te respeten y valoren como eres, sin prejuicios. Agrega que la
sexualidad es solo una pequeña parte de ti como ser humano. “Valora tu
inteligencia, tus logros, tu atractivo físico, si eres buen amigo, honesto,
responsable, trabajador, educado, buen hijo y excelente profesional. Cada
persona tiene muchísimas cualidades que la definen y que van más allá de su
sexualidad”.
Activo Vs. pasivo
Otra de las cosas que tiende
a angustiar a los hombres homosexuales es el asunto de los roles, pues en la
sociedad se piensa que quien se deja penetrar (pasivo) es más gay que el que
penetra (activo).
El especialista comenta que
hay pasivos y activos afeminados, y que
eso no tiene nada que ver con el hecho de ser más o menos gay. “Ser o no
afeminado no tiene que ver con el rol sexual que asume el hombre homosexual,
hay pasivos muy masculinos y activos muy amanerados”.
“El hecho de dejarse
penetrar o de penetrar está intrínseco en los gustos y naturaleza de cada
persona, también hay hombres que disfrutan de ambos roles y se les conoce como
versátiles. No hay que dejarse llevar por lo que diga la gente, simplemente
disfrutar como eres y ser feliz con lo que te gusta”, dice.
Por último, sugiere no
prestar atención a comentarios malsanos, producto de la homofobia y los tabúes
de una sociedad como la nuestra. “Ser gay no te hace ni más ni menos hombre que
los demás, ni mejor ni peor persona que el resto”.
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