Por Francisco Rodríguez Arévalo /
@FranciscoJJRA
Con información de Men´s Health
¿Estás seguro de que estás sacándole todo el jugo que puedes a tus
sesiones en el gym? Cada hombre busca en el ejercicio físico un beneficio
concreto: ganar músculo o fuerza, aumentar la velocidad o la resistencia,
adelgazar o marcarse.
Para ello tienes que tener una buena rutina y, sobre todo, ejecutarla
correctamente. Y en eso te podemos echar una mano. Después, te tocará a ti, en
el gimnasio, sudar la camiseta y seguir a rajatabla los siguientes consejos.
1 Empieza por lo más fácil
Con los ejercicios más sencillos, podrás trabajar a intensidades altas y
adaptarte sin comprometer la técnica. Los gimnasios están llenos de gente
realizando dominadas que más bien parecen remates de cabeza. Y eso no sirve de
nada.
El problema de no respetar la técnica es que conforme aumenta la
complejidad de los ejercicios implicas nuevas fibras musculares, lo que provoca
que sea más difícil acostumbrarte al ejercicio y ejecutarlo correctamente.
2 No te separes de las mancuernas, los discos, las barras y las poleas
Todos estos aparatos son los que te ayudarán a realizar los ejercicios
correctamente. La clave es que puedes disminuir el peso para hacer bien el
movimiento.
En cambio, si empiezas entrenando con dominadas, flexiones de brazos,
lunges, y la mayoría de ejercicios con un sistema de entrenamiento en
suspensión como el TRX, trabajas con tu propio peso.
Ahora nos venden estos ejercicios como la panacea de la funcionalidad,
pero pocos son los que pueden ejecutar perfectamente un ejercicio así. Empieza
con pesos que puedas rebajar y tu técnica no se resentirá.
3 Si no puedes, no puedes
La clave de un buen entrenamiento es que te adaptes a él y para ello tu
cuerpo tiene que conseguir dar una respuesta hormonal. Si quieres ganar fuerza
tendrás que recurrir a entre tres y cinco repeticiones. Para hipertrofia
tendrás que llegar a entre ocho y diez y para la resistencia, no menos de 20.
Esto significa que si pones un peso con el que sólo puedes hacer 3
repeticiones y para el resto te ayudan, no estás trabajando a la intensidad adecuada.
No te engañes: un compañero sirve para evitar que, en caso de haber
sobreestimado tu capacidad, no mueras aplastado por una barra encima, pero no
para hacer más y más repeticiones y destrozarle la espalda en el intento.
4 Los movimientos explosivos primero
Dentro de estos ejercicios encontraríamos las cargadas olímpicas, y todo
aquel movimiento en el que la velocidad de ejecución sea crucial, es decir, la
mayoría de gestos técnicos de deportes. Pues, anda, ya puedes ponerte a ello,
porque son los primeros ejercicios que debes hacer.
Esto es así porque todos aquellos ejercicios que estresan el sistema
nervioso y que requieren una técnica depurada se deben hacer con el sistema
neuromuscular fresco, y la mente limpia y centrada.
5 Y ahora, los ejercicios de fuerza multiarticulares
Tras los movimientos explosivos, ya puedes proceder a realizar éstos. Y
la máxima sigue siendo la misma: empieza siempre por los menos complejos y poco
a poco vete complicando la vida.
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