Por Andrès China
con información de enplenitud.com
La buena postura se debe cuidar no sólo al caminar, sino
también al estar parado, sentado o acostado. La postura afecta a nuestro físico
y a cómo nos ven los demás.
La postura perfecta es: espalda completamente recta, cabeza
erguida y vientre contraído.
Si estás encorvado o desgarbado, tu imagen exterior se verá
afectada y tu relación con los demás también se verá afectada pues proyectas
debilidad, inseguridad o incluso melancolía.
Andar encorvado todo el día no sólo es malo para tu columna
en el largo plazo, sino que también tiene una cantidad de efectos negativos en
la imagen que los demás se hacen de ti.
Una postura encorvada da a entender que eres un haragán o
careces de confianza (dos cosas por las que seguramente no quieres ser
recordado).
En contraste, al adoptar una postura erguida haces que tus
músculos luzcan más tirantes y definidos, y muestra que tienes confianza en ti
mismo (algo que siempre resulta atractivo para el sexo opuesto y es de vital
importancia en el plano profesional).
No hay comentarios:
Publicar un comentario