Por Andrés China
El Cerro “El morro” hace mucho que ya forma parte
de la idiosincrasia del pueblo anzoatiguense. Es muy difícil encontrar,
si quiera, a una persona que no hay oído hablar de los encantos de “El Morro”.
El
morro posee un mirador espectacular desde donde se puede divisar lo ancho del
mar de las Antillas. Cuenta con exclusivas zonas para la sana diversión
nocturna. Sus conjuntos residenciales son motivos de admiración por su bella
arquitectura, y tal vez lo más conocido son sus edificaciones de tipo colonial.
Pero,
el cerro “El Morro” también posee una ventaja más. Es un sitio sin igual para
desarrollar diversas actividades físicas.
El
monótono ambiente del más sofisticado gimnasio, palidece antes las
posibilidades que “El Morro” ofrece a los visitantes que van en busca de practicar algún ejercicio físico.
Al
final de la avenida principal de Lechería se encuentra una bifurcación. A la
derecha se llega a la cima del cerro, a donde puede ascender sin prisa, sólo
caminando y que por su distancia y altura, garantiza un excelente ejercicio
cardiovascular.
Al
llegar a la cima, puedes sentarte a contemplar ambos lados de la costa del
cerro. Encontrarás un paisaje heterogéneo de visuales inmediatas y totalmente
panorámicas.

A
la izquierda está la vía que conduce al Fortín de La Magdalena, estructura
antigua, reformada en varias oportunidades y que puede ser visitada
preferiblemente durante el día.
Esta
vía puede ser recorrida a pie o en bicicleta, de igual modo garantiza un buen
ejercicio cardiovascular y brinca la recompensa de ofrecer una visual de la
bahía de Pozuelos desde Puerto la Cruz hasta la base del Cerro. El panorama es
dominante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario