Por Luisana ramos
@luverapi
Con información Hola.com
¿Qué es
una prótesis del pene?
Una prótesis del pene es un
soporte artificial para este órgano, y puede constituir la solución a los
problemas de erección (disfunción eréctil) que impiden el coito en las relaciones sexuales.
Sin embargo, no es recomendable recurrir a esta
solución sin antes considerar otros métodos. La implantación de una prótesis de
pene constituye el último escalón en el protocolo de tratamiento de la impotencia, ya que significa la destrucción de los cuerpos
cavernosos y, por tanto, un camino sin retorno. De fallar este procedimiento,
no hay otra solución posterior que no pase por el reimplante.
Además, hoy en
día disponemos de muchos otros tratamientos para la disfunción eréctil y se
continúan investigando nuevas soluciones. Por otro lado, la implantación de una
prótesis tiene un no desdeñable riesgo de mal resultado (entre un 10-15%), por
lo que hay que agotar previamente otras opciones.
¿Cómo
funcionan las prótesis del pene?
El paciente debe saber que estos
dispositivos son únicamente una forma mecánica de producir la erección y
permitir el coito, y no un medio de estimular la libido (deseo o impulso sexual).
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(disfunción eréctil)
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pequeño: cirugía de aumento
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mejorar sus relaciones sexuales
Semi-rígidas
Estas prótesis se componen de dos
varillas de silicona que se instalan a lo largo del pene, en una intervención
menor. La prótesis proporciona cierta rigidez y también flexibilidad, de forma
que el pene puede permanecer caído en su posición normal, o erecto para el
coito.
Inflables
Las más utilizadas. Estas
prótesis consisten en dos cilindros, un dispositivo de bombeo y un receptáculo
de líquido (suero salino). Instalados dentro de los cuerpos cavernosos del
pene, que son las estructuras que albergan el tejido eréctil, los cilindros se
inflan para lograr la erección y se desinflan después del coito. Los
componentes de este sistema hidráulico se implantan en el interior del pene
(cilindros), en el escroto (bomba) y en el abdomen (reservorio). Cuando se
desea la erección, se activa el bombeo apretando un dispositivo instalado en el
escroto. Así se lleva el líquido desde el receptáculo hasta los cilindros, y el
pene adquiere rigidez. Después del coito, se presiona una válvula para que el
líquido regrese al receptáculo, colocado en el abdomen en estas prótesis de
tres componentes.
Existen
dos tipos principales de prótesis del penePara elegir la más adecuada hay que
considerar:
Las prótesis inflables tienen la
ventaja de ser un método más natural que los otros modelos, pero también
presenta algunas desventajas. En primer lugar, las prótesis inflables son muy
caras y la operación para su implantación, aunque está costeada por el Insalud,
no se realiza en todos los centros y, por tanto, requiere de ciertos trámites
administrativos. Por otra parte, esta cirugía es mucho más complicada que la
colocación de la prótesis semirrígida y, aunque la prótesis es de gran
fiabilidad, no está exenta de un porcentaje de fallos a largo plazo, existiendo
una mayor incidencia cuando se trata de reimplantes que en caso de primera
cirugía. Finalmente, hay que reseñar que esta opción requiere una cierta
destreza manual por parte del paciente.
·
Las
características anatómicas del pene (longitud, cirugías previas de pene, etc.)
·
La causa
de la impotencia
·
Edad del
paciente, estado de salud y riesgo anestésico
·
Cirugías
previas en el abdomen y pelvis
·
Necesidad
de manipulaciones a través de la uretra (sondajes, etc.)
·
Factores
económicos
·
Por
último, la elección del paciente.
¿Cuándo
se recomienda la implantación de una prótesis?
Normalmente se implantan en
pacientes con una lesión física en el tejido eréctil del pene. Generalmente,
son pacientes que han intentado sin éxito todas las demás terapias para la
disfunción eréctil, tanto tratamientos por vía oral como inyectables. En
general cualquier tipo de impotencia puede ser tratado mediante cirugía
protésica, aunque hay que ser extremadamente conservador, sobre todo en el caso
de tratarse de pacientes jóvenes. En algunas situaciones puede ser el único
remedio eficaz (impotencia de origen arterial o venosa severas, varones con
fibrosis importante de los cuerpos cavernosos, pacientes con contraindicación
para otros tratamientos).
Antes de la implantación de una
prótesis de pene, hay que explicar al paciente las diversas opciones
terapéuticas con las que se cuenta en la disfunción eréctil, comprobar que
están agotadas y mostrarle los diversos modelos de prótesis con una exacta
relación de sus ventajas e inconvenientes, para llegar a la que se considera
más apropiada.
¿Qué
ocurre tras la operación?
En todos los casos se emplea un
tratamiento analgésico durante unos días. Respecto a la prótesis, se deja en
estado de semierección o semiactivación. Se le instruye al paciente para que
lleve el pene pegado al vientre, facilitando así el drenaje linfático y
disminuyendo la inflamación.
El aprendizaje del manejo de las
prótesis activas se empieza una vez que ha cesado el dolor espontáneo
(normalmente, 7-10 días), aunque aún duela la manipulación. Con cada paciente
se realizan 1 ó 2 sesiones de aprendizaje, utilizando todos los soportes
disponibles (vídeos, folletos, etc.).
La actividad sexual, en casos de
implantación simple, se permite una vez que ha cesado totalmente el dolor, lo
que suele producirse en un plazo de 4-6 semanas.
¿Qué
resultados tiene la implantación de una prótesis de pene?
Durante muchos años, la
evaluación de resultados se ha estado realizando a partir de la respuesta a
encuestas remitidas a los varones que habían sido sometidos a implantes de
prótesis de pene. Éstas eran contestadas por aproximadamente el 70% de los
pacientes. En general, se trataba de resultados a corto plazo, ya que no se
disponía de series de larga evolución.
Por otro lado, no parecía lógico
considerar a todos los pacientes dentro del mismo grupo, puesto que se han
producido importantes modificaciones y progresos en los materiales, diseños y
soluciones técnicas empleados en la fabricación de la prótesis, de manera que
no son comparables los modelos actuales con los primitivos. Hoy día hemos de
considerar que para los nuevos modelos de 3 piezas de las principales marcas
puede admitirse hasta un máximo de un 5% de fallos mecánicos a largo plazo,
porcentaje que desciende hasta el 2% en el caso de las prótesis semirrígidas,
aunque también es verdad que el grado de satisfacción que proporcionan al
paciente es claramente menor.
Respecto a la satisfacción del paciente y de su pareja sexual, diversos
estudios lo cifran en un 71-85% y 69-85%, respectivamente, con las prótesis
inflables. También hay que señalar que hasta un 35% de los pacientes pueden
notar un acortamiento de la longitud del pene, así como que el 92% consigue eyaculación y orgasmo.
¿Qué
sucede cuando el paciente no desea ser operado?
Una vez agotados todos los demás tratamientos
disponibles, no debemos olvidar que existen otras formas de enriquecer la vida
sexual y disfrutar de ella. El varón que no puede obtener una rigidez
suficiente para poder penetrar a su pareja, puede obtener satisfacción sexual
por otras vías.
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