viernes, 14 de diciembre de 2012

DEPORTES//El deporte educa al hombre



José Astudillo @panditfutbol

Los griegos y los romanos la educación física y los deportes fueron elementos imprescindibles en la educación de la juventud; el aforismo "mente sana, cuerpo sano" sintetiza el equilibrio ideal de la educación grecolatina.

Mediante los ejercicios físicos y deportes como las carreras, el salto, el lanzamiento del disco o la jabalina, la lucha y juegos de pelota, además del manejo de las armas, practicados en la palestra o en el estadio, el muchacho se preparaba para integrarse plenamente y con todo derecho a la vida política de la ciudad, pues ya estaba listo para defender la patria en la guerra, si era necesario.

¿Qué es el deporte y por qué es importante para nosotros?
¿En qué forma estamos relacionados con el deporte (activa o pasivamente, deportistas o espectadores), y... ¿Cómo puede ayudar el deporte a lograr una mejor educación?

Respecto del punto primero, para el español Luis Daniel González, licenciado en ciencias físicas (1) "deporte es juego + ejercicio físico + competición", ingredientes que están en muy variada proporción en los distintas disciplinas deportivas; unas, como la natación y el atletismo, tienen poco de juego y mucho de ejercicio físico y competición, o como el alpinismo que tiene mucho de ejercicio y poco o nada de juego, mientras que otros, el basquet y el fútbol, tienen mucho de todo", lo cual quizá explica su casi universal popularidad.

Cada uno de esos aspectos tiene su atractivo o responde a una necesidad natural del hombre: de niño aprende jugando; el ejercicio físico es indispensable para su salud; luchar, competir, buscar el triunfo, ha sido el impulso de conquistas y aventuras forjadoras de la historia, porque, como escribía el educador Tihamer Toth (2), "con el deporte se consigue el robustecimiento de la voluntad, de la perseverancia y de la valentía..."; y H. Durand (3) añade que se trata de una "actividad que atañe a la totalidad física y mental del individuo". De ahí, entonces, su importancia e interés para el educador.

Para algunos su atractivo reside en la capacidad que tiene para distraer y hacerle olvidar las dificultades, o la monotonía de lo cotidiano, o porque permite poner a prueba sus fuerzas y habilidades y saborear el placer de la victoria o los aplausos.

Para otros es un recurso indispensable para bajar de peso o para controlar el "estrés".
Y para aquellos que son "profesionales" de algún deporte, éste es su trabajo y lo ejercen como tal: bien o mal, según la paga.

Pero hay una razón más profunda para explicar el atractivo del deporte: todos los hombres tenemos deseos de lograr la felicidad; pero ese anhelo en la tierra jamás podrá saciarse. Nuestras limitaciones están muy a la vista; y bien sabemos que cualquier momento de felicidad es pasajero. 

Hoy, cuando el placer de leer Literatura es tan despreciado, los personajes extraterrestres o satánicos de las "series " de la televisión y los juegos de la computadora, seducen con macabras fantasías a los niños y jóvenes, pero de ninguna manera calman, y mucho menos satisfacen su necesidad de aventuras y heroísmo. Ése es quizá, el porqué de la admiración por los ganadores de medallas y campeonatos que hacen vibrar las tribunas en las ocasiones en que logran llegar más allá de las marcas establecidas, cuando imponen un nuevo récord o logran una victoria asombrosa. Esa admiración lleva al deportista común, al no privilegiado, a que quiera imitar sus proezas, o al menos imaginarse que es un Pelé, un Ronaldo, un Jordan o un Valenzuela.

Por tales razones, es de gran importancia tener un concepto adecuado del valor y sentido del deporte. Sin eso y sin unos valores espirituales firmes, habrá quien encuentre motivos no sólo para doparse, sino, como apostilla Luis Daniel González, "hasta para intentar fabricar, por ejemplo, hombres - mono que salten..." ¡y que ganen medallas...!
Pero, independientemente de las causas por las cuales cada quien lo practique o disfrute -o sufra- como espectador, es indiscutible su gran valor educativo personal y social.

En conclusión, los deportes pueden ser una buena preparación para la vida adulta de los niños y jóvenes al ayudarlos a conocerse y a corregir muchos de los defectos de su carácter y a madurar y ser responsables.
* Otra ventaja educativa consiste en que también inducen a conocer y amar la naturaleza; a valorar y gustar de la alimentación saludable y si se practican bajo una sana dirección, a comprender lo perjudicial de los vicios y a alejarse de ellos.
* Pero no sólo eso, pues además proporcionan condiciones inmejorables para robustecer el compañerismo y las amistades.


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