José
Astudillo @panditfutbol

Mediante los ejercicios físicos y deportes como las
carreras, el salto, el lanzamiento del disco o la jabalina, la lucha y juegos
de pelota, además del manejo de las armas, practicados en la palestra o en el
estadio, el muchacho se preparaba para integrarse plenamente y con todo derecho
a la vida política de la ciudad, pues ya estaba listo para defender la patria
en la guerra, si era necesario.
¿Qué es el deporte y por qué es importante para
nosotros?
¿En qué forma estamos relacionados con el deporte
(activa o pasivamente, deportistas o espectadores), y... ¿Cómo puede ayudar el deporte a lograr una mejor educación?
Respecto del punto primero, para el español Luis
Daniel González, licenciado en ciencias físicas (1) "deporte es juego +
ejercicio físico + competición", ingredientes que están en muy variada
proporción en los distintas disciplinas deportivas; unas, como la natación y el
atletismo, tienen poco de juego y mucho de ejercicio físico y competición, o
como el alpinismo que tiene mucho de ejercicio y poco o nada de juego, mientras
que otros, el basquet y el fútbol, tienen mucho de todo", lo cual quizá explica
su casi universal popularidad.
Cada uno de esos aspectos tiene su atractivo o
responde a una necesidad natural del hombre: de niño aprende jugando; el
ejercicio físico es indispensable para su salud; luchar, competir, buscar el
triunfo, ha sido el impulso de conquistas y aventuras forjadoras de la
historia, porque, como escribía el educador Tihamer Toth (2), "con el
deporte se consigue el robustecimiento de la voluntad, de la perseverancia y de
la valentía..."; y H. Durand (3) añade que se trata de una "actividad
que atañe a la totalidad física y mental del individuo". De ahí, entonces,
su importancia e interés para el educador.
Para algunos su atractivo reside en la capacidad
que tiene para distraer y hacerle olvidar las dificultades, o la monotonía de
lo cotidiano, o porque permite poner a prueba sus fuerzas y habilidades y
saborear el placer de la victoria o los aplausos.
Para otros es un recurso indispensable para bajar
de peso o para controlar el "estrés".
Y para aquellos que son "profesionales" de
algún deporte, éste es su trabajo y lo ejercen como tal: bien o mal, según la
paga.
Pero hay una razón más profunda para explicar el
atractivo del deporte: todos los hombres tenemos deseos de lograr la felicidad;
pero ese anhelo en la tierra jamás podrá saciarse. Nuestras limitaciones están
muy a la vista; y bien sabemos que cualquier momento de felicidad es pasajero.
Hoy, cuando el placer de leer Literatura es tan
despreciado, los personajes extraterrestres o satánicos de las "series
" de la televisión y los juegos de la computadora, seducen con macabras
fantasías a los niños y jóvenes, pero de ninguna manera calman, y mucho menos
satisfacen su necesidad de aventuras y heroísmo. Ése es quizá, el porqué de la
admiración por los ganadores de medallas y campeonatos que hacen vibrar las
tribunas en las ocasiones en que logran llegar más allá de las marcas
establecidas, cuando imponen un nuevo récord o logran una victoria asombrosa.
Esa admiración lleva al deportista común, al no privilegiado, a que quiera
imitar sus proezas, o al menos imaginarse que es un Pelé, un Ronaldo, un Jordan
o un Valenzuela.
Por tales razones, es de gran importancia tener un
concepto adecuado del valor y sentido del deporte. Sin eso y sin unos valores
espirituales firmes, habrá quien encuentre motivos no sólo para doparse, sino,
como apostilla Luis Daniel González, "hasta para intentar fabricar, por
ejemplo, hombres - mono que salten..." ¡y que ganen medallas...!
Pero, independientemente de las causas por las
cuales cada quien lo practique o disfrute -o sufra- como espectador, es
indiscutible su gran valor educativo personal y social.
En conclusión, los deportes pueden ser una buena
preparación para la vida adulta de los niños y jóvenes al ayudarlos a conocerse
y a corregir muchos de los defectos de su carácter y a madurar y ser responsables.
* Otra ventaja educativa consiste en que también
inducen a conocer y amar la naturaleza; a valorar y gustar de la alimentación
saludable y si se practican bajo una sana dirección, a comprender lo
perjudicial de los vicios y a alejarse de ellos.
* Pero no sólo eso, pues además proporcionan
condiciones inmejorables para robustecer el compañerismo y las amistades.
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