Por Luisana Ramos @luverapi
Con información de
www.trendenciashombre.com
Las gafas de sol son un
básico, tanto por necesidad como por estilo. Son prácticas, cómodas y dan un
aire interesante. Pero a veces elegirlas se convierte en una tarea ardua. Nos
sacan doscientos modelos, muchos tan parecidos que ni se distinguen, y acabamos
con más dudas. Encima le preguntas al dependiente de la óptica y todas te
quedan genial, aunque parezcas Paco Clavel después de una noche loca.
Si
vas con tu madre te dirá que las más baratas son la mejor opción, dejando tu
estilismo a la altura de la crisis. Y tu pareja, tan fashion, está empeñada en
que te pongas unas de estilo aviador, como las de Brad Pitt; la pobre aún cree
en milagros. Pues no amigos, se acabó el depender de alguien para comprar tus gafas
de sol. En Mensencia os damos unas pautas
para que sea fácil y consigas un look total.
La
regla de oro
es: nunca elijas unas gafas de sol grandes si tu cara es pequeña. Vale que
quieras pasar desapercibido, pero acabarás pareciéndote a la mosca. Y eso
nunca. Las famosas gafas de pantalla sólo están permitidas si tu cara es ancha
o tu cabeza es grande.
Lo
ideal es que elijas la montura dependiendo de la forma de tu rostro. Es
decir, si tu cara es redonda, elige gafas rectas con ángulos cuadrados. Olvídate
de las monturas redondeadas, ya que sólo acentuarían tus facciones.
Si
tu rostro es ovalado,
lo mejor es que te decantes por las formas rectangulares y marcos gruesos, ya
que ópticamente acortarán tu cara. Si esta es tu cara, sácale partido ya que
normalmente se adapta a todos los tipos de montura. Eso sí, evita las monturas
finas que harán que tu rostro parezca más largo.
Si
tu rostro es triangular,
busca una montura ovalada o redonda, ya que así se compensará el triángulo de
tu cara y dulcificará tus facciones. Ahora ya no tienes excusa para buscar las
que mejor te quedan.
Por
cierto, ya sabemos que las gafas de sol se pueden considerar objetos de lujo en
estos tiempos. Sin embargo, yo te recomiendo que hagas una pequeña inversión,
ya que tus ojos lo valen. Si no quieres prescindir de unas gafas y tu
presupuesto es casi nulo, asegúrate que por lo menos esas gafas compradas en
tiendas de ropa cumplen unos requisitos mínimos de protección.
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