José Astudillo@panditfutbol

Muchas enfermedades pueden estar ocultas dentro de usted
o estar propenso a ellas sin que se percate.
El deporte es dinámico, como su organismo, sólo que en
este último no hay descanso; de día y de noche su cuerpo es un campo en el que
se originan miles de reacciones de las cuales no se percata porque se dan a
nivel celular pero que con el paso de los años y con el tipo de vida que lleve
se producen cambios que pueden desequilibrar su estado de salud.
No siempre verse
bien por fuera es estar bien por dentro:
Su buena apariencia física no es garantía de salud, puede
estar predispuesto a muchas enfermedades crónicas sin darse cuenta hasta que
siente que algo anda mal y es entonces cuando acude al médico.
No espere a estar
enfermo para hacerse unos análisis de laboratorio.
A nadie le gustan las jeringas, pero seguramente lo que
menos desea es estar enfermo. Con las técnicas modernas de laboratorio no es
necesaria una gran cantidad de sangre para hacerse un análisis bioquímico
básico.
Una cuantas gotas de sangre extraídas de uno de sus dedos
pueden informarle de su estado de salud e incluso prevenirle de muchos
padecimientos principalmente cuando está predispuesto por antecedentes
familiares como diabetes, obesidad, infartos, etc.
Antes de iniciar una actividad física o deportiva, es
importante practicarse unos análisis para estar alerta y poder prevenir alguna
enfermedad a tiempo.
A continuación se
mencionan los principales riesgos de la salud y las pruebas de laboratorio que
puede hacerse:
Enfermedades del
corazón: Los principales factores de riesgo coronario son el consumo
excesivo de grasas junto a la falta de ejercicio, tabaquismo, presión arterial
elevada, etc. Debe practicarse unos análisis de colesterol total y
triglicéridos. Si están muy elevados pida que le hagan una determinación de
lipoproteínas de alta, baja y muy baja densidad, (HDL LDL)
Al LDL se le conoce como el colesterol malo porque
bloquea las paredes de las arterias y al HDL como el colesterol bueno porque es
el que las limpia. Estas pruebas deben practicarse a partir de los 20 años,
pero si existen antecedentes de riesgo deben hacerse antes de esta edad y dos o
tres veces al año, dependiendo de los resultados del primer chequeo.
Diabetes mellitus:
Muchas personas padecen esta enfermedad y sin embargo la ignoran.
Si tiene antecedentes familiares de diabetes, sus probabilidades
de padecer este mal aumentan y se recomienda chequear sus niveles de glucosa
(azúcar) una vez anualmente y dos veces a partir de los 30 años de edad.
Anemia: Esta
enfermedad se define como una concentración baja de hemoglobina que
generalmente se acompaña de un descenso en la cifra de glóbulos rojos
(eritrocitos) y en el hematrocito (porcentaje de eritrocitos en la sangre)
La anemia ligera a menudo no produce signos o síntomas
pero, si es avanzada generalmente produce debilidad, letargia, mareos, sueño
excesivo, dificultad al respirar, palpitaciones y dolor de cabeza.
Lo recomendable es que se realice una biometría hemática
para que conozca sus niveles de hemoglobina, eritrocitos y hematocritos.
Sida: La
prueba del VIH es importante si pertenece a grupos de alto riesgo. Únicamente
usted sabe cuál es su situación y cuáles son los riesgos que corre. Queda a su
criterio practicarse o no esta prueba.
Enfermedades
parasitarias: Casi nadie se les escapa, y lo peor de todo es que la persona
no se da cuenta hasta que le duele la “panza” o no deja de “visitar” el baño.
Hágase un examen coproparasitoscópico (parásitos en heces fecales). Las
infecciones más comunes por parásitos son las causadas por amibas, ascaris y
oxiuros.
Enfermedades
renales: El análisis de la orina es una prueba de su función renal que
puede indicar la presencia de lesiones o infecciones de las vías urinarias
causadas por bacterias o parásitos. También indica la presencia de piedras
renales y problemas ocasionados en otros órganos como el hígado, bazo,
páncreas, etc.
Este examen detecta en la orina la presencia de
erotrocitos, leucocitos, glucosa, urobilinógeno, cuerpo cetónicos, bilirrubina
y proteínas, además el grado de acidez (pH) y su densidad.
Dentro de la actividad física y deportiva, el detectar
una elevación de cualquier parámetro mencionado puede llegar a afectar el
rendimiento dentro de su práctica diaria y generar lesiones musculares y/o
cardiacas, cansancio, etc.
En conclusión, los análisis bioquímicos de laboratorio
aplicados al deporte no sólo le permiten corroborar las sospechas de una
posible enfermedad, también contribuyen a la llamada medicina preventiva. A
pesar del costo de muchas de estas pruebas, le resultará más económico prevenir
que tratar una enfermedad.
Fuente:DE MUJERES.COM(REVISTA ELECTRÓNICA)
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