El uso de sustancias
prohibidas para mejorar el rendimiento físico en atletas, ha sido un tema que
ha deshonrado al deporte por muchos años.
La noticia más reciente
al respecto, es la del siete veces campeón de Tour de Francia, Lance Armstrong,
quien dio positivo por el uso de esteroides.
Han sido muchos los
casos emblemáticos, como el de Mark McGwire, Roger Clemens, Marion Jones, Barry
Bonds, Rafael Palmeiro, José Canseco, Sammy Sosa y Alex Rodríguez entre muchos
otros.
Estas legendarias
estrellas del deporte vieron empeñados sus records al ser descubiertos usando
esteroides. Ellos lo hicieron por la presión de tener que mantener en el tope
de sus carreras y pagaron las consecuencias.
Sin embargo, millones de
personas comunes toman la decisión de aprovecharse de los beneficios que conlleva
el uso de estos precursores, pero desconociendo, en su mayoría, las
consecuencias para la salud que ellos generan.
El sueño de un cuerpo
idealizado es el fin que persiguen estas personas. Están orientados casi
siempre por otros que ya antes los han usado. Casi nunca toman en cuenta la
opinión de un especialista y ni siquiera se informan al respecto.
La desinformación
conduce al abuso. Y el abuso conduce a lesiones físicas graves.
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